Un millón de estrellas en choque estelar, tienen vida, tienen brillo, dentro de ese enorme circulo hueco, hacen ruido, no me dejan pensar con claridad, la luz me ciega, en un sueño constante del que no despiertas jamas, una maldita pesadilla que retorna una y otra vez y me atormenta por las noches. Mi mente viaja sin parar, perdida del camino a seguir, necesito un guia que despeje mis cielos, una clave para el acertijo, necesito un abrazo.

Extraño aquello que nunca fue y nunca sera...

Porque el destino aveces juega sus cartas contra nuestros deseos mas profundos

Hoy mi tinta escribe doble en inspiración, doble en desilusión, doble en desamor

La traición... maldita condición humana

habitante del tiempo que sucumbe ante el cuerpo

me deje llevar por deseos de cosas imposibles

viviendo mi trágico presente como siempre

caí en la lujuria de los labios que expresan bonitas melodías

y pocas acciones...

me conforme con demasiado poco, olvide mi orgullo

y me sumergí en su mar, naufrague en sus brazos,

y hoy duele.

Amo la rebeldía, aquello distinto,

lo extraño, eso con un toque de locura

al hombre se le celebra y a la mujer se le condena

desear lo prohibido es mi remordimiento

esos inquietantes sentimientos

que provoca el mar

inmenso y perturbante en su grandeza.

soledad y compañía en uno

sin pasado ni futuro

solo un presente de felicidad fugaz

que se escapa por los dedos

lucha eterna con el dolor que pasa frente a mis ojos

y que ignoro con precisión frente a tu persona

con un trago en la mano

olvido esa noche

y con compañía de amante

que no pide nada a cambio

deseo volver aquella casa

donde olvide dormir

a cambio de la luna seductora

que alumbra la verdad

de tus labios en los de otra

masoquista verdad

pero la única manera de olvidarte.